Guión del video "El diablo en Mexicali"

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Éste es el guión del video El diablo en Mexicali, elaborado por dos de mis alumnas de segundo grado (ciclo escolar 2006-2007):
 
 

Pulsa en las fotografías para verlas en su tamaño original.
 

El diablo en Mexicali

 

Mónica Muñoz López

Diandra Martínez Martínez

 

Narrador: Según cuenta la leyenda, los hechos se sucedieron en esta ciudad de Mexicali hace 46 años, o sea allá por los años sesenta, cuando la gente escuchaba el rocanrol, inspirado en los Beatles. Las discotecas de ese entonces estaban atiborradas de jóvenes rebeldes, con el pelo largo, que buscaban libertades que las simbolizaban con el eslogan de “amor y paz”. Entre los centros nocturnos más conocidos de este entonces estaban “La Ronda”, “El Waikikí” y “Los Cocos”. Nuestra leyenda ocurrió en “La Ronda”, la cual estaba ubicada en la calle Once.

Luis: Oye, Gaby, ¿qué te parece si nos vamos a bailar esta noche a “La Ronda”? Dicen que el ambiente está bien padre, la música es en vivo y las bebidas están bien frías. ¿Qué te parece, vamos?

 

Gaby: Sí me gustaría, pero no tengo qué ponerme y en ese lugar va mucha gente, ya me conocen todos los vestidos que tengo.

 

Luis: Eso es lo de menos. Lo importante es la divertidota que nos vamos a dar tú y yo bailando toda la noche. Vas a ver que va a estar buena la parranda.

 

Gaby: Bueno, pues, está bien. Pero va a ir la Tere con nosotros, porque luego mis papás se enojan si salgo sola contigo.

 

Luis: No importa, la Tere me cae muy bien. Pero probablemente se va a quedar sentada sin bailar, porque no lleva pareja y se va a aburrir.

 

Gaby: ¿Qué tal si alguien la saca a bailar y resulta ser un muchacho muy guapo y muy rico?

 

Luis: ¡Hasta crees! Casi todo mundo va acompañado. Pero como sea, por mí no hay problema.

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Narrador: Esa noche, efectivamente “La Ronda” estaba a todo lo que daba. La música muy fuerte, el ambiente muy animado, ya que todo mundo bebía y reía sin parar. Estaba lleno de muchachos y muchachas bailando alegremente. Gaby y Luis no eran la excepción, y la única que parecía que no se la estaba pasando muy bien era Tere, ya que la dejaron sentada sola en la mesa. Pero, de pronto, un joven misterioso y guapo, muy bien vestido, se acercó a ella.

 

Joven misterioso: (Con una sonrisa un tanto cínica, un paso firme y seguro, le extiende la mano en señal de una invitación a bailar.) ¿Me concede esta pieza, señorita?

 

Tere: (La muchacha, que se encuentra en esos momentos distraída, se sorprende al escuchar esa voz tan caballerosa, levanta la mirada y queda sorprendida de la belleza de su rostro, que la cautiva. Su voz se hace titubeante al responder.) Mmmhhh, ¡cla-claro que sí!

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Narrador: La pareja comenzó a bailar, y muy pronto fue el centro de atracción de la fiesta. Todos volteaban a ver a ese joven tan bien vestido, guapo y que bailaba en forma muy apropiada, al compás de la música.

 

Gaby: ¿Ya te fijaste con quién está bailando Tere? Ésa sí que es buena surte: venir sola y terminar bailando con el mejor muchacho de la fiesta.

 

Luis: ¡Qué pues, Gaby! Yo pensé que me considerabas el muchacho más guapo.

 

Gaby: Pues sí, pero hasta hace unos momentos. No te creas, tú eres el mejor.

 

Narrador: De esta forma, Tere y el joven desconocido bailaron toda la noche, despertando la envidia de las jóvenes ahí presentes. Pero al llegar las doce de la noche sucedió algo inesperado.

 

Tere: Oye, hemos bailado toda la noche y aún no sé cómo te llamas. ¿Me puedes decir tu nombre?

 

Joven misterioso: (Se comienza a poner inquieto, le cambia la expresión de los ojos, el color de la piel, y da una sensación de que empieza a salir un humo con olor a azufre.) En estos momentos te vas a dar cuenta de quién soy realmente.

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Tere (Se queda inmóvil ante el cambio que están presenciando sus ojos y al notar que salen una especie de cuernos de su cabeza, y por fin puede expresar sólo unas palabras.) ¡Creo que me voy a desmayar!

 

Narrador: Al caer Tere al suelo, la gente volteó a ver qué sucedía, y al ver al diablo personificado en este joven misterioso comenzaron a salir corriendo, asustados, formando un gran torbellino humano.

 

Persona 1: ¡Ave María Purísima! Bien me decía mi mamá que no saliera esta noche. ¡Me castigó Dios!

 

Persona 2: ¡Es el mismito diablo! ¡Sálvese quien pueda!

 

Luis: ¡Vámonos rápido de aquí, Gaby, antes de que nos suceda algo!

 

Gaby: ¡Pero Tere! ¿Dónde está Tere?

 

Luis: Ahorita no podemos hacer nada, entre este tumulto de gente terminaremos aplastados y el diablo nos llevará al infierno.

 

Narrador: La gente que se encontraba afuera no sabía lo que estaba pasando en el interior de la discoteca. Sólo veían a la gente que salía corriendo, llena de pánico, gritando que el diablo se encontraba adentro. El rumor se hizo generalizado entre la población mexicalense, difundiéndose en los medios de comunicación, lo cual hizo que disminuyera el auge que tenían estos centros nocturnos, por la supuesta aparición del diablo.