Muy temprano en la mañana
a los de primero regañaba,
porque formados no estaban
cuando la música sonaba.
La Huesuda la observaba,
la veía mu entusiasmada,
aunque estaba ya cansada
de los regaños que ella daba.
Las dos se aproximaban
y todos ansiosos al toque esperaban;
la Flaca aparentaba ya estar preparada
para llevarse a la Madre a su morada.
En el Félix la extrañaban
los alumnos de secundaria,
que aparentemente de luto estaban,
porque ella ya en el cielo se encontraba.