Obra teatral "Llegan, llevan y no se van" - Escena 10

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Escena 10

(Profr. Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar)

 

  • Campesinos 1, 2 y 3
  • Leonardo Guillén
  • Jeremías Guillén
  • Hipólito Rentería
  • Filiberto Crespo

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"La verdad, yo creo que nunca terminaremos de agradecerle a mi general todo el apoyo que nos dio".

(Los campesinos conversan tras despedir al presidente Cárdenas.)

 

Filiberto Crespo: No cabe duda de que cuando el gobierno quiere ayudar, lo hace.

 

Leonardo Guillén: Sí, pero solamente cuando hay un presidente como mi general Cárdenas. ¿O usted qué cree, primo?

 

Hipólito Rentería: (Se acerca con sus compañeros:) La verdad, yo creo que nunca terminaremos de agradecerle a mi general todo el apoyo que nos dio. Después de tantos años de luchar por la tierra, de que tuvimos que salir huyendo de Michoacán…

 

Jeremías Guillén: Sí, y hasta nos tuvimos que ir a trabajar al otro lado, ya ves, porque aquí ni trabajo conseguíamos…

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"...ahora ya todos tenemos casa, ya les podemos dejar algo a nuestros hijos".

Campesino 1: Pero ahora ya todos tenemos casa, ya les podemos dejar algo a nuestros hijos.

 

Hipólito Rentería: ¡Claro que sí! Y con las ligas femeniles, pues nuestras esposas también ponen su granito de arena. Todo sea por nuestras familias.

 

Campesino 2: ¡Pues sí! ¿Pero no se le hace, compañero Hipólito, que a veces como que abusan? Ya mi señora no me deja ni que me junte con mi compadre para echarnos una botellita de licor.

 

Campesino 3: ¡Tú que quieres seguir gastando en licor…! Mejor cómprales calzones a tus hijos, para que ya no los traigas todos encuerados por el ejido.

 

(Campesino 1 le pega un coscorrón a Campesino 2, mientras los demás ríen divertidos.)

 

Filiberto Crespo: Lo que pasa es que mi general Cárdenas pensó en todo. Lo acaban de oír, cuando dijo que, para él, la mujer también es muy importante, y es la que puede cuidar que los ejidos funcionen.

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"Para que tus hijos de perdida tengan calzones".

Hipólito Rentería: (A Campesino 2:) Y es que, compañero, fue mucho lo que batallamos y mucho lo que hemos estado trabajando para que estos ejidos puedan seguir adelante. Ya el gobierno nos ha dado créditos…

 

Leonardo Guillén: Y hasta maquinaria. ¿Cuándo nos íbamos a imaginar que hasta tractores nuevecitos nos iba a dar el gobierno?

 

Campesino 3: (A Campesino 2:) Y las máquinas de coser para las señoras… Para que tus hijos de perdida tengan calzones. (Se aleja para esquivar el otro coscorrón.)

 

Hipólito Rentería: No debemos perder lo ganado, compañeros. Van a ver cómo, dentro de muchos años, este valle seguirá siendo próspero y Mexicali será un lugar muy importante.

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"¿Aquéllas que vienen allá no son las de la liga femenil?".

Campesino 1: ¡Y todo gracias a usted, don Hipólito, que nos abrió los ojos y nos dio mucho valor!

 

Jeremías Guillén: Y a nuestro general Cárdenas, porque si él nos hubiera tirado a loco, a lo mejor ya ni vivos estuviéramos.

 

Campesino 3: (Viendo con atención hacia un extremo del escenario:) ¡Pues en un descuido y hasta la vida perdemos! ¿Aquéllas que vienen allá no son las de la liga femenil?

 

Campesino 2: Sí, quiénes más. ¿No les digo? Y yo que quería festejar lo que nos acaba de traer mi general.

 

Hipólito Rentería: (A Campesino 2, pasándole el brazo por los hombros:) ¡Pues vamos a festejar con ellas, compañero! (Empiezan a caminar todos, para encontrarse con las mujeres.) Lo que nos trajo el señor presidente es para nuestras familias.

 

Campesino 3: (A Campesino 2:) También para tus hijos, para que ya no anden encuerados. (Apura el paso, para esquivar nuevos coscorrones. Todos salen riendo y platicando.)

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(Todos salen riendo y platicando.)

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