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"¡No le hace que a mí me maten, los demás deben seguir...!". |
(Es la noche del 27 de enero; los campesinos ya han asaltado las
tierras de la Colorado.)
Campesino 1: ¡Compañeros!
¡Van a venir los soldados del ejército a querernos echar afuera, pero no hay que desamparar el punto!
¡No le hace que a mí me maten, los demás deben seguir, no deben dejar la lucha!
Campesino 2:
(Ve unas luces y dice:) Ahí viene el gobierno.
Coronel: ¿Dónde
está Hipólito Rentaría?, porque a él es al que buscamos.
Campesino
3: No está.
Coronel: ¿Pero sí
es él el que los dirige?
Campesino 3: Sí, pero
no está ahora.
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"Me dispensa, coronel...". |
Coronel: ¿Dónde
se encuentra?
Campesino 1: Pues no
sabemos…
Coronel:
El
señor presidente de la república está muy enojado por lo que andan haciendo, ¡así
es que sálganse inmediatamente de aquí!
Campesino 2: Me dispensa,
coronel… Nos sentimos tristes porque, siendo guardianes de nuestra patria, nos
vienen a decir que éstas no son tierras mexicanas, que son tierras extranjeras.
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"¡Pues no nos vamos a salir!". |
Coronel: ¡Ya no quiero oír más cosas! ¡Ustedes
se me salen de aquí, porque son órdenes del señor gobernador y del señor presidente!
Campesino 3: ¡Pues no
nos vamos a salir! ¡Topará que nos maten aquí, pero no nos vamos a salir!
Coronel: ¡Sálganse
nomás 150 o 200 metros!
Campesino 1: Ése es
pase de carros japoneses…
Coronel: ¡No le
hace, pero váyanse de aquí!
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